martes, 21 de agosto de 2012

HONESTIDAD INTELECTUAL: El III REICH, LA NATURALEZA Y LOS ANIMALES

HONESTIDAD INTELECTUAL: El III REICH, LA      NATURALEZA Y LOS ANIMALES
  

en total contradicción con los hechos tiránicos del Tercer Reich de Hitler, la sensibilidad por la naturaleza y los animales de este gobierno se reflejó en la promulgación de tres leyes proteccionistas: la ley de protección de los animales (la Reichs-Tierschutzgesetz de 1933), la ley de caza (Reichs-Jagdgesetz de 1934) y la ley de protección de la naturaleza (Reichs-Naturschutzgesetz de 1935). Es curioso -pero nada casual- que este visionario cuerpo jurídico ecologista haya sido el primero de este tipo en toda la historia, y que se haya dado precisamente, bajo este régimen totalitario. Los altos mandos del partido nacionalsocialista (nazi) alemán eran vegetarianos, ambientalistas y protectores de la naturaleza. Es de conocimiento público que Hitler amaba a su perra Blondi, pero además -según sus biógrafos- no admitía que se fumara en su presencia, y cuando compartía la mesa con personas que comían carne, les describía con lujo de detalle los horrores del matadero. De hecho, él mismo declaró que "En el nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales”.
Establecieron una estricta protección del hábitat de los lobos, por considerarse el animal que encarnaba el espíritu del III Reich y dictaron normas para herrar a los caballos de la forma menos dolorosa para ellos posible, e incluso la forma de cocinar las langostas para que sufriesen lo menos posible.
Impusieron como norma para ser oficial de alto rango de las SS ser vegetariano y una buena parte de los dirigentes nazis lo eran, así como también amantes de los animales (Hitler, Himmler). Rudolf Hess sólo comía plantas cultivadas por métodos biodinámicos y estaba fascinado por la homeopatía. Impulsó una serie de medidas para la reforestación, la creación de reservas naturales, la protección de especies en peligro y evitar la contaminación ambiental.
En su libro El Nuevo Orden Ecológico, el filósofo francés Luc Ferry argumenta que la preocupación nazi por el medioambiente se basa en una estética que une al pueblo alemán en un sentimiento común: "... la belleza como sentimiento y la edad de oro perdida son, esencialmente... una naturaleza original, salvaje, pura, virgen, auténtica e irracional, accesible únicamente a través de las vías del sentimiento. Esta naturaleza original se define como tal incluso por su carácter extrahumano. Es exterior al hombre y anterior a él - exterior a su razón matemática y anterior a la aparición de la cultura artificial de la que el desvarío y el orgullo humanos son los únicos responsables."

Por
Diario Hereje

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